El Monte Etna había anunciado un nuevo evento en preparación por la oscilación continua de la línea del temblor volcánico. Desde principios de mayo, la línea de vibraciones había estado subiendo y bajando continuamente, sugiriendo otro paroxismo violento a llegar. En cambio, una vez más, el volcán impredecible asombró a sus «fanáticos», tanto locales como turistas, y dio a luz a algo nuevo.

Fractura en el cráter sureste

El cráter del Sur Este, el más joven de los cinco conos superiores (1971), solo el año pasado había batido todos los récords de altura. Había superado los 3.340 metros del cercano Cráter Nor Este y alcanzó los 3.357 metros. Pero, como si esta victoria lo hubiera satisfecho, desde entonces ha iniciado un trabajo constante de autodesmantelamiento. Derrumbes, fracturas, … en pocos meses se ha partido tantas veces que ahora está irreconocible.

Cada fractura y cada derrumbe siempre ha sido el resultado de grandes, aunque breves, erupciones. Pero en mayo de 2022 el «estilo» del cráter también cambia. Luego de una serie de señales más o menos importantes, un repentino derrumbe permitió la apertura de una fractura en el lado norte del cono. De allí surgió un pequeño flujo de lava. Inmediatamente tomó la dirección del valle Del Leone, justo encima del valle mucho más grande Del Bove.

Un flujo de fuego vivo

La pequeña corriente de lava es muy viva, rica en energia, y después de su silencioso empezar todavía no parece dispuesta a detenerse. Efectivamente, después de tres días se ha alargado mucho y parece apuntar definitivamente al valle desierto Del Leone. La salida de la lava está acompañada por pequeñas y esporádicas explosiones de dos de los muchos agujeros abiertos en la parte superior

del cráter. Cada explosión arroja una modesta cantidad de ceniza al cielo.

No hace falta decir que la nueva erupción ya es una súper atracción para los turistas que se encuentran estos días en el este de Sicilia. Y los operadores turísticos se están organizando para llevarlos a admirar el espectáculo a gran altura. Los puntos para admirar mejor la lava, por el momento, se encuentran en el lado este/noreste del volcán. La mejor vista está entre Milo, Giarre, Giardini, San Giovanni Montebello. Poco o nada visible desde Catania, en cambio. Solo de noche puedes ver la presencia de la lava gracias a un resplandor rojo en la parte superior.

Pronósticos para el futuro

A pesar del estallido eruptivo, el temblor volcánico sigue siendo alto -en la llamada «zona roja»- y, por tanto, parece que el Etna aún no ha desahogado del todo su energía. Los vulcanólogos no están desequilibrados. Esta erupción «tranquila» podría durar semanas o meses. O, de repente, podría ocurrir un mayor colapso del cráter. O un paroxismo más violento, también. Como de costumbre, Etna decide. Y Etna siempre sabe cómo sorprender. (fotos de Grazia Musumeci para GO ETNA)